Cómo hacer crema de calabacín
No soy muy amiga de las verduras, nunca lo he sido y creo que nunca lo seré, pero sé la importancia que tiene tomarlas muy a menudo. Por eso, prefiero hacerlo siempre en purés o cremas, la forma más fácil y sabrosa de ingerirlo.
Si quieres hacer un puré, también te enseño cómo se hace un puré de calabacín paso a paso.
Esta receta concretamente, es una de las que más me gustan. Y lo mejor de todo es que se puede elaborar cambiando el calabacín por otra verdura como la calabaza, el puerro, etc. Es perfecta para el invierno, cuando apetecen mucho más los platos calentitos, y desde luego, esta crema está mucho mejor caliente.
Es muy sencilla de hacer, como todas las cremas. Sólo hay que cocer los ingredientes hasta que estén tiernos, y luego pasarlos por la batidora hasta que no haya grumos. El último paso es añadirle la nata, para que quede mucho más cremoso y rico, y listo.
Definitivamente, esta es una de mis recetas de crema de verduras favoritas.
Tiempo de preparación: 5 min
Tiempo de cocción: 25 min
Tiempo total: 30 min
Ingredientes necesarios
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1/2 cebolla blanca, cortada en dados
- 3 dientes de ajo, picado
- 2 calabacines grandes (de más de 500 gramos), cortado en rodajas finas
- 750 ml de caldo de verduras
- 100 ml de nata líquida para cocinar
Preparación de la crema de calabacín:
Empezamos vertiendo el aceite en una cazuela amplia y lo ponemos a calentar a fuego medio. Cuando esté caliente, agregamos la cebolla picada y los dientes de ajo. Dejamos que se sofrían durante unos minutos hasta que empiecen a ablandarse.
Añadimos el calabacín y dejamos que se cueza durante unos minutos, hasta que se ablande.
A continuación, vertemos el caldo y sal a nuestro gusto. Cuidado con la sal, es mejor añadirla al final que nos quede salado.
Subimos la temperatura para que el caldo llegue a ebillición. En ese momento bajamos el fuego para que se termine de cocer a fuego lento durante 15-20 minutos, el tiempo necesario para que todos los ingredientes se ablanden y se puedan triturar bien.
Lo retiramos del fuego (sin apagarlo) y lo trituramos con una batidora de mano hasta que no haya ningún trozo y esté suave. Volvemos a poner la crema al fuego y añadimos la nata líquida. Removemos todo para que la nata se integre y apagamos el fuego.
Se puede servir con unas hojas de perejil espolvoreadas por encima, picatostes, o incluso queso parmesano.